La Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA) advirtió que las enfermedades de origen animal están expandiéndose a nuevas especies y regiones antes no afectadas, con un 47 % de estos casos presentando riesgo de zoonosis, es decir, contagio a humanos.
En su primer informe anual presentado en París, la OMSA destacó el incremento preocupante de la gripe aviar en mamíferos, que duplicó su presencia respecto al año anterior, registrando 1.022 brotes en 55 países en 2024.
Entre 2005 y 2023, el 68 % de las nuevas enfermedades detectadas tuvieron potencial zoonótico, y aunque más países están adoptando medidas preventivas, la organización insiste en que se necesita una vigilancia más robusta y constante, incluso fuera de épocas de crisis.
El informe también alertó sobre otras enfermedades emergentes o reactivadas como la peste porcina africana, la fiebre aftosa, la peste de pequeños rumiantes y el virus de la lengua azul, lo que plantea riesgos graves para la salud pública, la seguridad alimentaria y la biodiversidad.
Además, la OMSA subrayó la importancia de mejorar el acceso global a vacunas y reducir la resistencia a los antibióticos. Aunque el uso de medicamentos antimicrobianos bajó un 5 % globalmente entre 2020 y 2022, en regiones como África y el Pacífico este uso ha aumentado, lo que genera preocupación.
En vísperas de su 92ª Asamblea Mundial, la organización reiteró su llamado a una mayor inversión en servicios veterinarios públicos, transparencia de datos y cooperación internacional para prevenir futuras pandemias.