Islamabad — Más de 200 presos escaparon de la prisión de Malir, ubicada en la ciudad portuaria de Karachi, en el sur de Pakistán, luego de que un muro colapsara a raíz de varios movimientos sísmicos registrados en las últimas 48 horas. La fuga masiva, ocurrida la noche del lunes, derivó en un motín en el que al menos un recluso murió y varios resultaron heridos, según informaron este martes las autoridades penitenciarias.
De acuerdo con el superintendente de la cárcel, Arshad Shah, el incidente se produjo cuando más de 600 presos fueron evacuados de sus barracones como medida de precaución tras los temblores. Durante la maniobra, 213 reclusos aprovecharon el caos para huir atravesando una sección debilitada del muro perimetral.
“La estructura ya estaba comprometida por una serie de seísmos de baja magnitud que se sintieron desde el domingo. En medio de la confusión, los presos lograron forzar su salida”, explicó Shah.
Hasta el momento, 78 fugitivos han sido recapturados, mientras continúan las operaciones de búsqueda para localizar a los 135 restantes. Las autoridades aseguran que ninguno de los evadidos está vinculado a delitos de terrorismo o de alta peligrosidad.
Videos publicados en redes sociales muestran escenas de caos, incluidos sonidos de disparos cerca del penal y reclusos corriendo por las calles adyacentes. El enfrentamiento dentro de la prisión provocó lesiones a tres miembros del Cuerpo de Fronteras (FC) y a cinco internos, uno de los cuales falleció durante la estampida.
La prisión de Malir alberga actualmente a unos 6.000 reclusos. Según el subinspector general de Prisiones, Hassan Sahito, los temblores, con magnitudes entre 2,6 y 3,4, generaron pánico generalizado, provocando que los internos intentaran forzar candados y estructuras internas.
El ministro del Interior de la provincia de Sindh, Zia-ul-Hassan Lanjar, atribuyó el incidente a causas naturales y descartó negligencia oficial. No obstante, las autoridades anunciaron que se abrirán casos penales contra los presos fugados por daños a la propiedad pública, alteración del orden y agresiones al personal penitenciario.
El jefe de la Policía provincial, Ghulam Nabi Memon, aseguró que la mayoría de los evadidos estaban encarcelados por delitos relacionados con drogas y confirmó que la fuga no fue un acto premeditado, sino una reacción espontánea al pánico generado por los temblores.
Las autoridades han reforzado la seguridad en las instalaciones penitenciarias de la región y han iniciado una investigación sobre la integridad estructural del penal y la respuesta institucional al incidente.