Santo Domingo.– En un inédito gesto de unidad nacional y concertación institucional, el presidente Luis Abinader y los expresidentes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina han unido fuerzas en una ofensiva diplomática estratégica ante las Naciones Unidas, con el objetivo de impulsar una transformación urgente de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) en Haití.
Las máximas figuras políticas del país han enviado cartas conjuntas a los jefes de Estado y de Gobierno de naciones clave dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, solicitando su respaldo a la propuesta del secretario general António Guterres de convertir la MSS en una misión híbrida, bajo liderazgo logístico y operativo directo de las Naciones Unidas.
El vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, explicó que esta acción diplomática sin precedentes refleja la magnitud de la crisis haitiana y el consenso político interno sobre la urgencia de una respuesta internacional más contundente para evitar el colapso total del Estado vecino.
“Este gesto del presidente Abinader y de los expresidentes Mejía, Fernández y Medina representa un compromiso histórico con la estabilidad regional, la defensa de los derechos humanos y la promoción de un multilateralismo eficaz”, afirmó Figueroa.
Las misivas han sido dirigidas a los líderes de Estados Unidos (Donald J. Trump), China (Xi Jinping), Rusia (Vladimir Putin), Francia (Emmanuel Macron) y Reino Unido (Sir Keir Starmer), así como a otros miembros del Consejo de Seguridad como Corea del Sur, Pakistán, Grecia, Dinamarca, Eslovenia, Argelia, Guyana, Sierra Leona, Panamá y Somalia. Las correspondencias fueron canalizadas por medio de las representaciones permanentes ante la ONU.
Según Figueroa, el diseño actual de la MSS es insuficiente para responder con la contundencia requerida ante la creciente amenaza que representan los grupos armados en Haití. La transición a una misión híbrida permitiría superar limitaciones operativas y financieras, garantizar estándares de derechos humanos y facilitar una solución política liderada por los propios haitianos.
Las cartas advierten sobre el deterioro acelerado de la seguridad en Haití, con la expansión de bandas como Viv Ansanm y Gran Grif, señaladas como actores del crimen organizado transnacional, el narcotráfico y potenciales focos de terrorismo. También se enfatiza la necesidad de una resolución del Consejo de Seguridad antes de la rotación del contingente keniano actualmente desplegado en el país.
“El futuro de Haití no es solo un asunto local. Es una cuestión de seguridad hemisférica”, subrayó Figueroa, quien reiteró el compromiso del Gobierno dominicano con una solución sostenible, democrática y respetuosa del liderazgo haitiano.
El país agradeció a los Estados miembros del Consejo de Seguridad por su atención a esta iniciativa y su continuo compromiso con la paz, la seguridad internacional y los valores fundamentales del sistema multilateral.