Washington, D.C. — Japón ha cancelado una reunión de alto nivel con Estados Unidos programada para el 1 de julio, luego de que la administración del presidente Donald Trump exigiera a Tokio un incremento significativo en su gasto militar, según reveló este viernes el diario Financial Times (FT).
El encuentro, conocido como el diálogo de seguridad “2+2”, contemplaba la participación del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, junto a sus homólogos japoneses. La cita anual es un pilar fundamental en la cooperación bilateral de defensa entre ambos aliados estratégicos.
Según fuentes citadas por el FT, incluidos dos funcionarios japoneses, la parte estadounidense solicitó a Japón elevar su gasto en defensa al 3.5% de su Producto Interno Bruto (PIB), superando una petición previa del 3%. Esta nueva exigencia habría sido determinante en la decisión de Tokio de cancelar —o según describen algunos funcionarios, “posponer”— el encuentro.
Un funcionario estadounidense, bajo condición de anonimato, confirmó que Japón había pospuesto las conversaciones semanas atrás, aunque evitó especificar los motivos. Mientras tanto, voceros del Departamento de Estado y del Pentágono declinaron comentar sobre el reporte.
La embajada japonesa en Washington tampoco emitió una respuesta oficial ante las solicitudes de información de la prensa.
Tensiones por exigencias de gasto y elecciones en Japón
La reciente presión ejercida por Washington, liderada por Elbridge Colby —tercer alto cargo del Pentágono— ha generado tensiones adicionales. Colby, durante su proceso de confirmación como subsecretario de Defensa para políticas, instó a Japón a asumir mayores responsabilidades presupuestarias para contrarrestar la amenaza china. Esta posición fue públicamente rechazada en marzo por el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, quien declaró que “ninguna nación extranjera determina el presupuesto de defensa del Japón”.
La decisión japonesa también coincide con un escenario político interno sensible, ya que el país se prepara para las elecciones de la Cámara Alta (Senado) el próximo 20 de julio. Se prevé que el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) pierda escaños, lo que aumenta la tensión política nacional y podría haber influido en la decisión de suspender el diálogo bilateral con Washington.
Contexto internacional
La disputa ocurre en un momento en que la administración Trump intensifica su campaña global para que sus aliados incrementen el gasto en defensa. El presidente estadounidense prevé reiterar esta demanda durante la próxima cumbre de la OTAN en Europa, donde se espera que exija a los países miembros alcanzar un gasto del 5% del PIB en defensa, una cifra que supera con creces los compromisos actuales del bloque.
Además, Colby ha causado molestia en Australia —otro aliado clave de EE.UU. en el Indo-Pacífico— tras impulsar una revisión del proyecto para suministrar submarinos nucleares, lo que podría impactar la estabilidad de otras alianzas regionales.