El metal se posiciona como la segunda reserva más importante de los bancos centrales
Santo Domingo.– El precio del oro ha alcanzado un récord histórico de US$3,452.8 por onza troy, marcando un aumento de más de US$1,100 en tan solo un año, según un informe del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES). Este significativo repunte responde a una serie de factores monetarios, fiscales y geopolíticos que han reforzado el papel del oro como refugio seguro ante la incertidumbre económica global.
Entre las causas destacadas por el informe figura el aumento sostenido de las compras de oro por parte de bancos centrales, muchas de las cuales no se reportan de manera oficial. Según estimaciones de Goldman Sachs, las adquisiciones mensuales rondan las 80 toneladas, lo que representa casi una cuarta parte de la producción minera global, un ritmo inusualmente elevado en la historia reciente del metal.
Refugio ante la desconfianza en las monedas fiduciarias
CREES señala que este comportamiento responde a una creciente desconfianza en las monedas fiduciarias, impulsada por el deterioro de las finanzas públicas a nivel global, la politización del sistema monetario y medidas como el congelamiento de las reservas internacionales rusas en 2022. Esto ha motivado a diversos países a diversificar sus activos de reserva en instrumentos más seguros y menos vulnerables a decisiones políticas.
Como resultado, el oro ha escalado hasta convertirse en el segundo activo de reserva más importante de los bancos centrales, solo por detrás del dólar estadounidense y superando incluso al euro. Su independencia frente a gobiernos, resistencia ante crisis financieras y capacidad de preservar valor en el largo plazo explican este renovado protagonismo.
Impacto en la República Dominicana
En el caso de la República Dominicana, el alto precio del oro representa una oportunidad clave para fortalecer los ingresos por exportaciones mineras, especialmente en un contexto de volatilidad económica global. No obstante, CREES advierte que el verdadero aprovechamiento de este contexto favorable dependerá de la capacidad productiva local, los costos operativos del sector minero y, en particular, de un entorno institucional que garantice la inversión, la seguridad jurídica y la sostenibilidad del sector extractivo.