Madrid, España. – La República Dominicana se encamina hacia la duplicación de su capacidad energética en la próxima década, como parte de una estrategia nacional que busca acompañar el crecimiento proyectado de su economía hacia el año 2036. Así lo anunció el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Edward Veras, durante su participación en el Future Energy Summit Iberia 2025, celebrado en Madrid, donde compartió la visión energética del país ante líderes internacionales del sector.
Energía para el desarrollo económico
“El crecimiento económico previsto para los próximos 11 años exige duplicar la capacidad de generación eléctrica. No es posible seguir expandiendo el turismo, la industria y el transporte sin un sistema energético robusto y diversificado”, expresó Veras durante su intervención.
El plan energético dominicano se basa en tres pilares clave: la expansión acelerada de energías renovables, la incorporación de plantas de generación a gas natural, y la obligatoriedad del almacenamiento energético para reforzar la estabilidad del sistema eléctrico insular.
Renovables: crecimiento sostenido y atractivo competitivo
Actualmente, las fuentes renovables aportan más del 24 % de la matriz eléctrica dominicana, y se proyecta que para finales de 2025 esa cifra supere el 25 %, acercándose a la meta nacional del 30 % para 2030, establecida en la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Este crecimiento ha sido posible gracias a un marco legal e institucional favorable, vigente desde 2007, que otorga incentivos fiscales, arancelarios y tributarios a proyectos de energía limpia. Desde 2020, el país ha pasado de tener 13 parques renovables en operación a 37 proyectos a gran escala, que aportan más de 1,000 megavatios adicionales al sistema eléctrico nacional.
“Hoy, la inversión renovable compite directamente en atractivo con sectores tradicionales como el turismo”,subrayó Veras, destacando el creciente interés del capital privado en el sector energético.
Gas natural: energía firme y confiable
El Plan Energético Nacional contempla la incorporación de al menos 2,000 megavatios adicionales en plantas a gas natural antes de 2030, como fuente firme que permita complementar la intermitencia de la energía solar y eólica.
Este enfoque busca garantizar la confiabilidad del sistema y respaldar la operación continua ante la variabilidad natural de las fuentes limpias.
Almacenamiento energético: una política obligatoria
Uno de los anuncios más relevantes de la intervención del director de la CNE fue la implementación de la obligatoriedad del almacenamiento energético en nuevos proyectos renovables. Esta medida busca gestionar los picos de demanda y evitar riesgos de inestabilidad en la red insular.
“El mundo discute hoy el papel de las baterías. En República Dominicana ya es una decisión tomada: los nuevos proyectos deben integrar almacenamiento desde su concepción”, afirmó Veras.
Potencial de la energía eólica
Más allá del notable crecimiento de la energía solar, el director de la CNE destacó la alta viabilidad de nuevos proyectos eólicos, especialmente en la zona norte del país, donde los vientos predominan en horario nocturno, complementando el perfil solar diurno.
“Hoy es un muy buen momento para desarrollar proyectos eólicos en República Dominicana”, aseguró, al destacar las condiciones naturales y técnicas del territorio nacional.
Entorno favorable para la inversión
Edward Veras concluyó su participación destacando que la estabilidad política, económica y jurídica continúa siendo uno de los principales atractivos de la República Dominicana para la inversión extranjera en energía.
“Nuestra fortaleza está en que, sin importar el partido en el poder, las reglas del juego se respetan, los contratos se cumplen y la rentabilidad es previsible. Esto nos diferencia en un contexto regional marcado por la incertidumbre”, enfatizó.
Con esta estrategia energética, la República Dominicana apuesta a una transición ordenada, resiliente y sostenible, basada en innovación, inversión y visión de largo plazo. El país se perfila así como un modelo regional en materia de planificación energética y transformación del sector eléctrico.