Santo Domingo — El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) reiteró este martes que su calendario interno para definir la candidatura presidencial sigue siendo marzo de 2026, conforme a los plazos establecidos por la Ley Electoral. La aclaración llega tras la sentencia del Tribunal Superior Electoral (TSE) que suspendió de manera provisional la convocatoria del Comité Central programada para el próximo 8 de junio.
El diputado y miembro del Comité Político del PLD, Danilo Díaz, explicó que el partido nunca ha actuado al margen de la ley y que su planificación electoral respeta íntegramente los tiempos legales:
“Nunca hemos presentado un plan distinto al que establece la ley. Lo que se ha decidido es acoger una medida cautelar que suspende la reunión del Comité Central del 8 de junio, pero seguimos con nuestra decisión y voluntad de escoger una figura que unifique al partido y nos ponga en condiciones de competir en 2028”, afirmó.
Díaz subrayó que la sentencia del TSE no prohíbe la realización de una consulta para elegir al candidato, sino que detiene temporalmente la convocatoria específica del Comité Central. En ese sentido, aclaró que los aspirantes del partido podrán continuar promoviendo sus precandidaturas dentro de los plazos que marca la normativa electoral vigente.
Por su parte, el vocero de la bancada del PLD en la Cámara de Diputados, Gustavo Sánchez, sostuvo que el partido respetará el fallo judicial y actuará con responsabilidad institucional:
“Simplemente acatamos las decisiones que tomó el TSE. El PLD nunca se pondrá en actitud desafiante frente a un órgano del Estado”, señaló Sánchez.
Añadió que la organización política se enfocará en construir consensos internos para presentar la candidatura más sólida y unificadora de cara a las elecciones presidenciales de 2028.
El PLD, que aún no ha definido públicamente una figura presidencial con proyección unitaria, se encuentra en una etapa de reorganización interna tras sus resultados adversos en los comicios pasados. La suspensión de la convocatoria al Comité Central representa un reto adicional para su proceso de reestructuración política.