Moscú acusó a Ucrania de ser responsable del descarrilamiento de dos trenes en regiones fronterizas, que causaron la muerte de siete personas y heridas a unas 70, justo antes de la segunda ronda de negociaciones de paz en Estambul.
El senador ruso Andréi Klishas calificó a Ucrania como una “organización terrorista” tras la voladura de un puente en la región de Briansk, donde un camión cayó sobre un tren de pasajeros con destino a Moscú.
El Kremlin informó que el presidente Vladímir Putin fue informado durante toda la noche sobre los sucesos.
Kiev rechazó las acusaciones y las calificó como una operación de “falsa bandera”. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, confirmó que su delegación asistirá a las negociaciones en Turquía.
No es la primera vez que Rusia señala a Ucrania por atentados terroristas, aunque en casos anteriores no presentó pruebas.