La Habana/Washington — Pese al deterioro en las relaciones bilaterales y a la suspensión del diálogo migratorio, el gobierno de Cuba reiteró este martes que continúa cumpliendo los acuerdos migratorios vigentes con Estados Unidos, suscritos en 1984, los cuales buscan garantizar una migración “regular, segura y ordenada”.
Johana Tablada, subdirectora general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, aseguró en una rueda de prensa en Washington que “Cuba sigue respetando los acuerdos migratorios, continúa protegiendo su frontera y acepta a los nacionales repatriados por las autoridades estadounidenses”. Según la funcionaria, desde 2017 cerca de 50,000 ciudadanos cubanos han sido retornados al país.
La declaración se produce en un contexto de creciente tensión diplomática desde el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero pasado. Durante su anterior mandato, Trump revirtió numerosos acercamientos promovidos por la administración de Barack Obama y endureció significativamente el embargo económico.
Tablada denunció que desde el inicio de la actual administración, Washington ha rechazado “cada nota diplomática, cada conversación y cada intento de diálogo”, incluida la reanudación de las conversaciones sobre migración, tradicionalmente celebradas cada seis meses.
“Estados Unidos ha tomado al menos 14 medidas adicionales para provocar una ruptura de relaciones y crear condiciones para una posible confrontación militar”, afirmó.
La diplomática también señaló que el viernes pasado se recibió en La Habana el primer vuelo de repatriación durante el actual mandato de Trump, y que el gobierno cubano podría permitir el sobrevuelo de aviones cazahuracanes estadounidenses en la nueva temporada ciclónica.
En otro punto de fricción, Tablada criticó la conducta del embajador de EE.UU. en La Habana, Mike Hammer, a quien acusó de actuar con una “conducta injerencista e inamistosa” tras reunirse con opositores y familiares de presos políticos. Según la cancillería cubana, estas acciones violan los principios del respeto mutuo y la soberanía nacional.
A pesar de las tensiones, Tablada reiteró la disposición del gobierno cubano a mantener un diálogo “respetuoso y constructivo” con la administración Trump, incluso sobre temas sensibles como los derechos humanos.
La continuidad del cumplimiento de los acuerdos migratorios se mantiene como uno de los pocos puntos de cooperación activa entre ambos países, aun en medio de un escenario bilateral marcado por desconfianza, sanciones y la falta de canales diplomáticos fluidos.