Nueva York, EE.UU.– El expresidente Donald Trump firmó una nueva orden ejecutiva que prohíbe el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de 13 países, entre ellos Haití, aludiendo a “riesgos muy altos” para la seguridad nacional. La medida también impone restricciones parciales a viajeros de otras siete naciones, incluyendo Cuba y Venezuela.
Entre los países con prohibición total de ingreso figuran Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. En tanto, la entrada desde Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela queda parcialmente limitada.
“Hoy firmo una nueva orden ejecutiva que impone restricciones de viaje a países como Yemen, Somalia, Haití, Libia y muchos otros”, anunció Trump en un mensaje publicado en la cuenta oficial de la Casa Blanca en la red social X (antes Twitter). Agregó que estos países “carecen de mecanismos efectivos de control e identificación de viajeros” y no cooperan adecuadamente con las autoridades estadounidenses en materia de seguridad de visas.
La decisión fue anunciada tras un incidente violento en Colorado, que Trump relacionó con la entrada de extranjeros no examinados adecuadamente. “En el siglo XXI hemos visto ataque tras ataque por parte de personas que se quedaron más tiempo del permitido por sus visas o que provienen de zonas peligrosas del mundo”, afirmó, culpando al presidente Joe Biden por lo que calificó como una política migratoria de “puertas abiertas”.
Trump defendió la nueva medida como una extensión de su política de “tolerancia cero” hacia la inmigración ilegal, señalando que durante su primer mandato ya había emitido una polémica prohibición de viaje contra varios países de mayoría musulmana, la cual calificó como “una de nuestras políticas más exitosas para prevenir grandes ataques terroristas en suelo estadounidense”.
El expresidente aseguró que la lista actual podría modificarse si los países afectados demuestran mejoras en sus sistemas de control e identificación. También advirtió que nuevos países podrían ser añadidos en función de futuras amenazas emergentes.
La orden ejecutiva ya ha generado reacciones encontradas tanto a nivel nacional como internacional, reavivando el debate sobre el equilibrio entre seguridad nacional y derechos humanos, así como el uso político de la inmigración en la campaña electoral de cara a los comicios presidenciales de noviembre.